El secretario de Prensa de la CGT, Jorge Sola, habló sobre el decreto presidencial que mantiene a los trabajadores un año en la obra social de su actividad. Además analizó la desregulación en los 90, el sistema solidario de obras sociales y las criticas a la medida del Gobierno, entre otros temas.
En diálogo con Radio Gráfica, Jorge Sola, secretario de Prensa de la Confederación General del Trabajo y Secretario Gremial del Sindicato del Seguro, se expresó sobre varios temas ligados a la salud y las prestaciones que brindan las obras sociales sindicales.
El decreto del Gobierno
«Se rescata una de las normas que tenía la ley de desregulación, que es que durante el primer año el trabajador se quede en la obra social de su actividad y pruebe si allí tiene una buena prestación . Si no quiere puede utilizar esa opción de cambiarse a la obra social que elija, entre ellas alguna que triangule hacia alguna prepaga si lo desea»
«Esto es el logro que nosotros vemos como importante, porque permite mantener el sistema solidario de las obras sociales, de modo tal que durante un año aquel trabajador joven que más aporta y menos gasta siga estando en el sistema para mantener el resto de la población. Así funcionan las obras sociales desde que se crearon. Esto permite también mostrarle como dan su prestación, porque a veces se dice que las obras sociales sindicales no dan buena prestación. Eso no es así de ningún modo, puedo asegurar que dan tan buena prestación como la medicina prepaga y a veces en mejores condiciones»
Sistema solidario vs. sistema lucrativo
«El nuestro es un sistema solidario, en espejo al de prepagas que es un sistema lucrativo. Se mantiene con la población joven que es la que menos gasta a la población más adulta que es la que más gasta. Y antes toda la población más joven, que son los que menos se enferman iban a parar a las prepagas utilizando este sistema. Sabemos cuáles son los problemas del sistema, pero también sabemos que el propio sistema los puede solucionar. Todos sabemos, como le he escuchado decir a algun empresario de la medicina prepaga, que la salud solo se sustancia con el financiamiento, tiene que haber plata para prestar salud»
«Nuestra diferencia es que lo que hacemos vuelve siempre en prestaciones al trabajador, a diferencia de la prepaga, que como son empresas con afán de lucro tienen que obtener una ganancia y de eso se trata. En las críticas al decreto, que hemos apoyado fuertemente desde el movimiento obrero también hay una pelea encubierta por parte de la medicina prepaga, que están pidiéndole hace rato al Gobierno Nacional la posibilidad de un aumento de sus cuotas»
La desregulación de los 90
«Significaba que el trabajador podía elegir una obra social de todas las que estaban en el menú porque daban un mejor servicio, porque le convenía o porque tenía mejores prestaciones en determinadas zonas geográficas del país. Eso fue teniendo algunos cambios, que fueron aprovechados por las prepagas, utilizando obras sociales que no dan prestaciones, sino que son solamente mascarones, para que se desregularan a esas obras sociales y que las prepagas fueran las que dieran la atención y cobraran las cuotas. A partir de eso lo que hicieron fue hacer una campaña y captar al trabajador directamente no de su obra social de origen cuando ingresaban a un trabajo, sino a otras obras sociales que eran solamente un puente hacia la prepaga, . Eso se realizaba en connivencia con muchas empresas. Entra un trabajador y el de Recursos Humanos le hace firmar un montón de formularios, y entre esos puede estar el formulario de una obra social que no es la de su actividad de origen»
La inversión de las obras sociales
«Lo que está claro es que el sistema necesita un mejor marketing para mostrarse. Eso es algo que anoche hablando con algunos compañeros les propuse empezar a idear. Hay que mostrar lo mucho y bien que se gasta en salud y lo que se invierte en prevención por parte de las obras sociales «
«Por ejemplo nosotros en la obra social de seguros, tenemos prestaciones directas, y no tenemos acuerdos con prepagas ni nada de eso. Para una población de más de 100 mil afiliados, en los 15 meses que van de pandemia hemos gastado más de $ 7 mil millones. Ese dinero invertido en salud va a los médicos, a los centros de diagnóstico, a los medicamentos. Ese es el dinero de los trabajadores que vuelve en prestaciones de salud. A veces nos falta un buen marketing, se nos confunde, y se quedan solo con ese título de que las obras sociales sostienen a los sindicatos, cuando en estos tiempos es al revés: son los sindicatos los que están bancando el déficit de las obras sociales»