En vísperas de una nueva elección, cualquier fallo que ponga en cuestión las reglas democráticas, no hace más que alterar el normal funcionamiento institucional de la Nación. Nos referimos a causas en la que se observan serias irregularidades, difusión anticipada de medidas a través de los medios y manipulación informativa.

De este modo, se desvirtúan y desnaturalizan los procesos de investigación y juzgamiento, que deberían ajustarse a derecho y respetar las garantías. En lugar de eso, se transforman en mecanismos de persecución y proscripción política. Un procedimiento que ya fue utilizado en países hermanos, cuyo caso más emblemático fue el del compañero Lula Da Silva en Brasil.

Es la voluntad popular la que debe ser resguardada, ya que solo ella puede decidir, a través de elecciones libres, quiénes serán sus representantes, sin interferencias de otros poderes que obstaculicen ese acto de soberanía constitucional.

La Confederación General del Trabajo expresa su más profundo repudio a la embestida mediática y política sobre la Justicia, y exige responsabilidad al Poder Judicial, para que actúe con la integridad que la ley le exige y la sociedad le reclama. En este sentido, expresamos nuestra solidaridad y apoyo incondicional a nuestra compañera, dos veces Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Sin lugar a dudas, la persecución a los candidatos, ya sea del peronismo o de cualquier otra organización que defienda los intereses nacionales y populares, confirma que la proscripción electoral es una condición necesaria para imponer un modelo económico y social de desigualdad, fragmentación y empobrecimiento de las mayorías.