” Las obras sociales se la bancaron durante toda la pandemia”

Jose Luis Lingeri, secretario de Accion Social de la CGT y secretario general de SGBATOS, hablo sobre el sistema de obras sociales, los cambios que introduce el decreto 438 y las quejas de las prepagas

En diálogo con Radio Provincia, el secretario general del gremio de Obras Sanitarias se expresó sobre la polémica que genero el decreto presidencial que establece la obligación de que cada nuevo trabajador deba mantenerse al menos un año en la obra social de su actividad. El dirigente de la CGT, y quizás una de las personas que más conoce el sistema de obras sociales en el país, valoro la medida del Gobierno y analizo los efectos de la reglamentación.

“Es positiva, y lógicamente es un reclamo que viene  desde hace años. Esto nace primero con la desregulación del sistema en 1998 a través del decreto 504, donde se le daba la opción de cambiar una vez por año de obra social a los trabajadores o trabajadoras de cualquier actividad” expreso Lingeri.

“Nosotros tuvimos que sufrir él descreme terrible de los 90, donde gremios que prestaron su sello y su obra social  con 2 mil trabajadores terminaron teniendo 300 mil o 400 mil afiliados a la obra social, una locura”, dijo el histórico dirigente de la CGT. Respecto de la posibilidad de modificar esa posibilidad, Lingeri hablo de la necesidad “acotar, en base a la capacidad de la organización gremial la cantidad de afiliados que puede tener”

“No puede ser que un gremio con 300 o 400 trabajadores tenga 60 mil afiliados a la obra social, porque es producto del descreme. Los directores de Recursos Humanos, o promotores van por las obras sociales sacándonos a los trabajadores de mejores salarios, los más jóvenes, los que no tienen enfermedades preexistentes”, explico el dirigente.

Lingeri relativizo los cuestionamientos a la nueva reglamentacion y afirmo que el funcionamiento del sistema no corre riesgos: “Las prepagas tienen 6 millones afiliados, de los cuales 4 millones y medio pertenecen a la seguridad social, y esa gente va a permanecer ahi”.

Respecto de las quejas de Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical y encarnizado critico de la medida, el gremialista fue tajante al respecto : ” Si ellos hablan de desfinanciamiento de su sector, tendran que demostrarlo y pelearlo, me parece justo”.

En cuanto a alguna de las problemáticas que aquejan al sistema de obras sociales, Lingeri hablo de los costos que conlleva el tratamiento de los pacientes discapacitados: “Estamos proponiendo seguir cubriendo la parte de las prestaciones médicas y que las áreas de Transporte y Educación del Gobierno cubran con su presupuesto lo que más se lleva”. También se refirió a los problemas que generan lo que se denomina “medicamentos catastróficos”.

“El tratamiento de la fibrosis quística son 300 mil dólares. Esto es impagable por parte de las obras sociales, por eso también el planteo que hicimos, es que el Estado junte a los sectores, publico, privado, obras sociales provinciales y se arme una compra comunitaria de estos medicamentos de alto costo”, expreso el líder de los trabajadores de Obras Sanitarias.

“Nadie quiere tirar para abajo a nadie, ni dejar de cumplir, porque está demostrado palmariamente que durante toda la pandemia las obras sociales se la bancaron, cubrieron, no dejaron al descubierto a ningún trabajador ni a ninguna trabajadora. Se cumple con todos los requisitos y los protocolos porque todavía estamos en pandemia aunque se va atenuando a medida que se vaya vacunando la población”, cerro.